domingo, 26 de septiembre de 2010

La viuda de un guardia civil

Amaneció un día gris en Leiza. Una lluvia ceniza ensombrecía las calles de un feudo proetarra donde ahora gobierna ANV y donde antes lo hicieron todas las máscaras electorales de ETA. Escasean los homenajes a miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en localidades del País Vasco y Navarra como ésta, teñidas de simbología a favor de los asesinos y huérfanas de solidaridad con las víctimas. Sin embargo, los guardias civiles que trabajan aquí no olvidan a su compañero caído. Fue el 24 de septiembre de 2002. Los terroristas colocaron en una carretera de la localidad, justo a pocos metros de la frontera con Guipúzcoa, una pancarta. En ella se podía leer un mensaje macabro: “Gora ETA. Guardia Civil muere aquí”. Cuando varios agentes se acercaron a retirar el cartel, los etarras hicieron explotar la bomba que habían escondido. El agente Beiro perdió la vida.

         Ocho años después, su esposa clamó por que se haga justicia, exigió que se detenga a los terroristas que le arrebataron todo y anunció que siempre volverá a Leiza junto a sus padres e hijos, para recordar a su marido. Con la cicatriz del dolor en la piel y los ojos derramando alegría, Maria José Rama  apeló a todo ello en el discurso que pronunció justo en el lugar donde los asesinos perpetraron el vil crimen. Justo antes se había celebrado una misa en honor del guardia civil. El destino quiso que cesasen las lágrimas del cielo justo a la hora en que todos los asistentes se desplazaron desde la iglesia hasta el lugar de atentado. Además de la viuda, una amiga de la familia leyó un manifiesto. Aseguró que para el final de ETA “no caben ni concesiones al margen de las previstas por la ley ni atajos y mucho menos hacer caso a los asesinos a los que nada hay que conceder por dejar de matar”. Y recordó que “nada se debe a ETA por poner fin al terror”. El veterano político y escritor navarro Víctor Manuel Arbeloa recitó dos sonetos dedicados a  Beiro y la  Guardia Civil. Lo propio hizo, en euskera, el bertsolari Pello Urquiola, que no dudó en censurar los últimos comunicados de ETA.

Publicado en "La Gaceta"

3 comentarios:

  1. con esta basura no valen negociaciones ni nada, hay que pagarles con su moneda, sin mas

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  2. si te pones a su altura te conviertes en uno de ellos.

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  3. Ya lo se, pero cuando la palabra no vale, porque comprobado esta que no vale.
    Como dijo aquel: "habrá que cambiar la pluma por la pistola, y la palabra por la acción".
    Es duro pero con los etarruchos no veo otra

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En esta etapa, nada va a cambiar, aqui se escribe libremente, quien insulte a otro contertulio, el sera el unico responsable de lo que escriba. No me cansare de decir, que aqui, no se censura a nadie.